Hoy es uno de esos días que nunca te imaginas que vayan a llegar. Hoy ha sido la última vez que cruzaremos la puerta de ese instituto como alumnos. La próxima vez que crucemos esas puertas ya habremos hecho la selectivida,d ya estaremos a un paso de la universidad. Han sido los 6 años. 6 duros años. 6 años de risas, lloros, clases, examenes, amigos, amores, excursiones. 6 años con sus momentos buenos y sus momentos malos. 6 años que parecían que no se iban a terminar nunca. Aún recuerdo el primer día, cuando un puñado de niños de 11 y 12 años asustados entrabamos por esas grandes puertas, ante nosotros se encontraba el Lancia. Nos fascinaba, nos parecía enorme, nos empeñábamos en llegar antes de las 8:30, aunque las clases no empezasen hasta las 8:40. Cada mañana, hiciese frió o calor, lloviese o nevase, fuera de día o de noche. Eramos niños, inocentes , que llenábamos cada mañana nuestras mochilas con miles de ilusiones. El instituto era algo mas que un sitio donde aprender, para nosotros significaba ir al "cole" de mayores, ser "mayores", aunque muchos no levantasen mas de metro y medio del suelo. Veíamos a los de 2bachillerato y pensábamos "¡Que grandes!" , no creíamos que nosotros fuésemos a ser así y...¡ya veis! ahora ya hemos terminado ese ultimo curso, ya no llenamos las mochilas de ilusiones, las llenamos de libros que preferiríamos no ver, ya no llegamos a las 8:30 sino a las 8:45 (tarde, para variar), ya no vemos a los mayores como gente "grande", sino a los de primero de la ESO, "cada vez más pequeños".
Tantas cosas hemos vivido entre esas paredes bicolores. Amistades nuevas, viejas. Amistades que nacieron, otras que se destruyeron y, otras que están en punto indefinido. En estas paredes se quedara nuestro "amor" ese chico/a que siempre nos gusto y que no todos consiguieron conquistar. En esas paredes se quedan todas nuestras risas. Ya no volveremos a estar arropados como hasta ahora, todo cambiará. Ahora ya se terminó. Se cerro esta etapa. Ahí se quedaran los buenos años y el insufrible 2bachiller. Tras esas grandes puertas verdes y con cristal se quedan nuestros sueños, nuestras ilusiones, aquellas con las que aquel primer día de instituto cruzamos esas mismas puertas