domingo, 12 de mayo de 2013

Sueños

El radiante sol entraba por todas las ventanas de la casa, hacia un día perfecto, un día de esos que son de verano verano. Pero era, por desgracia, uno de esos días que te recuerdan lo que veranos atrás viviste.

Sales a la calle, shorts, camisetas y zapatillas de tela. El sol te golpea en la cara, te pones las gafas, esas de tipo "mosca" que te compraste hace ya varios veranos. Te sientas en el porche y cierras los ojos mientras que los rayos de sol van bronceando tu aun pálida piel.
Piensas, recuerdas...recuerdas risas, muchas risas y bobadas, nada como ahora. El tiempo ha pasado, y todo eso ocurrió hace mucho tiempo, antes de nada, antes de que nadie cambiara, antes de que nadie creciera, mucho tiempo atrás  Que fácil sería volver a tener esos años, a volver a reír sin preocupaciones, a tener libertad... En esto pensabas cuando alguien te llama:
-¡hey! ¡no sabia que estabas aquí! ¿Se te hace una vuelta y charlamos?
Si, justo así era, no quieres abrir los ojos, temes que eso solo sea un sueño, un sueño de lo que añoras. Los abres y allí no hay nada...ni sol, ni porche, ni calor...nada.




viernes, 8 de febrero de 2013

Calidez.

El sol lucía en lo alto.Era una mañana cálida en un frió invierno. La nieve cubría las calles. Él seguía durmiendo, acurrucado contra la pared, tapado con un plumas. Ella se levanto, llevaba una camiseta de deporte. En la cocina cogió un café caliente y se sentó en una silla frente a un ventanal. Desde allí podía ver las calles, veía como los niños tiraban bolas de nieve o hacían muñecos, como los dueños de los coches trataban de quitarles la nieve para poder salir, como los quita nieves trataban de liberar las calles. Ella se sumió en sus pensamientos, recordando como no hace tantos años atrás ella era una de esos niños que jugaban con bolas de nieve, recordaba como al salir del instituto aquello era un completo campo de batalla...Sumida en sus pensamientos notó como unos cálidos brazos la rodeaban, notó como su espiración la acariciaba el cuello y como la cogía unos finos mechones de pelo y se los apartaba de la cara. Se acercó a su oído y la susurro unas palabras, ella se giró un poco, ambos se sonrieron. El la agarro suavemente la cabeza y la acercó suavemente a la suya, fundiéndose en un beso. Un beso de esos que te hacen olvidar los problemas, que te hacen olvidar al resto del mundo, que te hacen olvidar si hace frió o calor. Un beso de esos que te llevan al país de los sueños.