-Hola-saludó la persona recién llegada. Era un chico moreno, alto y delgado. Llevaba una cazadora de quicksilver y unos vaqueros anchos.- siento el retraso, el mal tiempo ya sabes... jajaja
-No te preocupes-dijo ella con una sonrisa - ¿paseamos?
-No, tengo una idea mejor. - La besó. La dio un apasionado beso. Un beso diferente a todos los demás, un beso con sabor y sensación, perfecto y cálido. Un beso que hacía olvidar que estaban en la calle, que hacia frío y que, como era típico en aquella época del año, estaba nevando. Un beso que recordaba a otro pasado, a otro que tiempo atrás se habían dado en un sitio y una época muy parecida. Era un beso, si, pero no un beso cualquiera, un beso especial,
un beso de invierno.