En estos tiempos, pensamos, no entendemos, no sabemos o....mas bien no queremos saber. ¿El motivo?: La realidad.
Nos asusta ese mundo exterior, la gente, las acciones, la vida. Nos resulta mucho más fácil escondernos, no afrontar la realidad. Es mas cómodo autoengañarnos, formar nuestro propio cuento imaginario.
Es mas simple no decir la verdad, no contar nuestra verdad. Pero, ¿Estamos en lo correcto? Claro que no. Deberíamos poder decir lo que pensamos, lo que sentimos, lo que queremos...sin miedo, sin ningún miedo, sin que ninguna circunstancia nos haga creer inferiores, sin decepcionar al mundo. Deberíamos poder sentir esa libertad, libertad de expresión, sin ser juzgados, sin miedo a fallar, a errar, sin temores...sintiéndonos libres, porque eso es lo primero que necesitamos para hacer frente a este mundo. Libertad para fallar, fallar sin que se nos critique por ello.
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