lunes, 28 de marzo de 2011

NO todo lo que parece ES

Llueve. Es un día gris, oscuro, con cierto toque de melancolía. Miro por la ventana de mi habitación, esta atardeciendo, chispea un poco. Al fondo, entremezclándose con el grisáceo cielo veo las montañas. Esas montañas que tantas veces veo, tantas mañanas, tantos días. Esas montañas que en invierno están cubiertas de blanco y en verano de verde. Esas montañas, mis montañas.
El día ha estado completamente bañado por esa incansable lluvia. Pienso en todos los acontecimientos de este día, ha sido extraño. En clase, a penas hemos hecho nada, nos han dado un par de notas y no hemos tenido toda la mañana clase, una vez mas, el profesor de matemáticas falta( No es solo nuestro profesor, si no que también es el director, parece que pretende que en lugar de suspender 15, suspendamos 30, porque entre las dos próxima semanas, solo tenemos clase con el un día; luego se queja de los malos resultados. ¡qué no falte a clase!).
Aprovechando esta hora libre, decido dar una sorpresa. Me hace mucha ilusión ver su cara al verme allí, esperando. Consigo llegar, solo me he equivocado un par de veces de calle. Empieza a chispear de nuevo, parece ser que este horrible tiempo no nos va a dar tregua (al contrario de lo que dice el hombre del tiempo). Es el típico día que normalmente no tendrías ganas de nada, que no entiendes porque la gente sonríe, está enérgica. Tu solo verías ese día de tristeza, frió y recuerdos ya olvidados pero, no, para mi no. Hoy soy una de esas personas energicas, sonrientes. Quiero sonreír, gritar a los cuatro vientos que estoy contenta.
Pasamos la tarde, una tarde magnifica (solo estropeada por una clase particular de lengua), una tarde lluviosa si, oscura, también pero, magnifica. Llena de bobadas, risas, caricias, besos y mas besos.
Una tarde oscura, gris y lluviosa, parece la predicción de un día horrible pero, no todo lo que parece es.

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